Resumen
Por medio de entrevistas semiestructuradas, se indagó el impacto en la reconfiguración familiar que tiene la migración irregular de personas salvadoreñas. La muestra de ese estudio estuvo compuesta por doce personas (tres hombres y nueve mujeres) que tenían como mínimo un año de tener bajo su cuidado a hijos de familiares migrantes. Se constató que, para la mayoría de personas cuidadoras, la migración irregular es considerada como un proyecto colectivo que permite el bienestar de toda la familia. Los vínculos afectivos siguen fomentándose a pesar de la distancia geográfica y sostienen un imaginario de familia transnaciona1. La comunicación que mantienen por medio de las nuevas tecnologías posibilita a los cuidadores actuar como mediadores que cimentan la unión familiar por medio de un intercambio bidireccional de bienes, afectos, dinero e información con las personas migrantes. Esto posibilita que los migrantes mantengan alguna parte de los roles parentales que se vieron trastocados por la migración irregular y que los cuidadores compartan algunos de ellos. Las familias no perciben un cambio significativo en lo fundamental de la estructura familiar y reportan la reestructuración consecuente como una adaptación a situaciones adversas y a los nuevos tiempos. Los participantes de este estudio reconocen que la familia, a pesar de la distancia, continúa siendo funcional pero con características distintas, y que en ella se ubican roles que integran el paso y el peso del tiempo.
ECA Estudios Centroamericanos, Vol. 72, No. 750, 2017: 333-362.
![Creative Commons License](http://i.creativecommons.org/l/by-nc-nd/4.0/88x31.png)
Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0.