Resumen
Las valoraciones optimistas respecto a rápidas victorias militares por parte de la Fuerza Armada poco después de las elecciones de marzo de 1982 se han transformado, en menos de un año, en señales de auténtica preocupación por parte de la Administración Reagan de que El Salvador estaría a punto de "perderse militarmente", y a un incremento sustancial en los niveles de ayuda militar para el país, así como un esfuerzo político y diplomático poco usual por parte de la Casa Blanca. El artículo pretende hacer una valoración sobre la situación militar de los últimos 15 meses, así como examinar las principales características que definen la situación actual. Concluye que a partir de octubre el FMLN parece tener la iniciativa militar y estar a la ofensiva, que los esfuerzos que se han realizado hasta ahora por parte de la Fuerza Armada y los Estados Unidos han sido incapaces de revertir la situación; que la capacidad de continuar la guerra no es suficiente para darle una solución al problema, y mucho menos, de frenar el desarrollo de la guerrilla. Que dadas las tendencias observadas en los últimos 3 años en la Administración Reagan, su política lleva irremediablemente a la prolongación del conflicto y a mayores niveles de involucramiento norteamericano, sin que ello sea garantía para derrotar a las fuerzas insurgentes.
ECA Estudios Centroamericanos, Vol. 38, No. 415-416, 1983: 421-438.
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