Resumen
En los planteamientos de la necesidad de “repensar” el pensamiento en Latinoamérica, nos encontramos con la posibilidad de otras formas de llamar a la crítica. Si la enmarcamos dentro de los parámetros de la filosofía de la liberación, en clave descolonizadora, viene a ser la transgresión de los arquetipos que configuran la dominación, una transgresión que implica un empoderamiento de las categorías ancestrales en los aparatos discursivos y el resarcimiento de los vilipendios que han sufrido los símbolos, significantes y significados en la estructuración sociolingüística de los pueblos originarios. Para evitar caer en el abismo de lo negado por el sistema del mundo capitalista, el quehacer intelectual, tecnológico y cultural se ha mantenido en una asimilación mimética instrumental, aparentemente integrada en el modelo de “sistema-mundo de sobrevivencia humana por excelencia”. Por ello se hace necesario un contragiro transgresor que desmitifique la negación de posiciones económicas desclasificadas de la cultura universal. Redescubrir y reconstruir las categorías de un pensar propio, con el cual se pueda tejer la consciencia utópica de la liberación, demanda una regeneración de los estereotipos semánticos, semióticos y lingüísticos de la dominación. Y aunque puede parecer una empresa arriesgada, alienta el posicionamiento de las ausencias y las emergencias del no ser en diálogos capaces de reivindicar los epistemicidios que correlacionan y justifican los genocidios y ecocidios de las fuerzas militares y culturales de dominación neocolonizadoras.
ECA Estudios Centroamericanos, Vol. 74, No. 759, 2019: 443-455

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