OPINIÓN
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LA PANDEMIA VERSUS
LA INNOVACIÓN
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La pandemia versus la innovación
Por: Ricardo Antonio Corado Argueta
Maestro en Dirección de Empresas Postgrados y Maestrías
Facultad de Ingeniería y Arquitectura de UES.
El 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de
la Salud (OMS) declara pandemia la enfermedad de
COVID- 19 causada por el coronavirus. El primer caso
se registró en Wuhan China, en diciembre de 2019,
a partir de ese momento, la humanidad, el planeta y
la sociedad nos enfrentamos por primera vez a una
situación de salud en alerta máxima, causado por un
tipo de virus cuya forma de transmisión se produce
cuando las personas están en contacto cercano y
debido a pequeñas partículas de saliva que expulsan
al estornudar o habla. Asimismo, el COVID-19 se
puede propagar al tocar una super cie contaminada
y luego llevar las manos contaminadas a la cara o las
mucosas. Es una enfermedad altamente contagiosa y
que en otros ámbitos tiene consecuencias económicas
y sociales, hasta este momento, impredecibles y
negativas.
El sistema económico acostumbrado al dinamismo
del mercado mundial, al contacto humano en
transacciones comerciales, laborales y, sobre todo,
el trá co de mercancías se vería impactado por
una necesaria cuarentena o encierro impuesto para
contener la expansión del virus por alzas en contagios
que se han ido derivando entre 2020 y 2021. Es así
que muchos modelos económicos sólidos se verían
en aprietos durante 2020 por factores externos
y ajenos al dinamismo global, todos los sectores
industriales, agrícolas y de servicios, comenzarían a
experimentar diferentes consecuencias, en su mayor
parte negativas.
Sin embargo, todas aquellas empresas con tecnología
e innovación verían la oportunidad para sacar del caos
algo positivo y, a pesar de di cultades nancieras,
poder sostener una economía golpeada el sistema
productivo de cada país.
Por su parte, la región centroamericana y en especial
nuestro país El Salvador no han estado excluido a
todos los cambios que la globalización ha establecido
en cuanto al comercio, todos los países para bien o
para mal formamos ya un todo a nivel comercial,
político y económico. No podemos estar aislados, y la
industria y el comercio dependiendo de la complejidad
de los sectores ha hecho que la pandemia actual deje
al descubierto dicho concepto tal como lo muestra el
(ver Figura 1).
Figura 1.
Auge y caída de las proyecciones de crecimiento para 2020.
Fuente: Calculos del BID basados en FMI (2020b, 2020c, 2020d, 2020e y 2021a
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La innovación es un concepto amplio, lleno de
perspectiva que no solo es parte del desarrollo
sostenible en un país que necesita crecimiento
económico estable, a través, de distintas políticas
económicas y comerciales que han demostrado
los países más industrializados. Al contrario, en
nuestra región, por distintos factores negativos,
ese crecimiento, innovación y desarrollo no ha
sido el adecuado para salir adelante erradicando
disminución de la pobreza y accesos a salud, entre
otros, como señala la Organización de las Naciones
Unidas.
Ha sido en el contexto de la pandemia que para El
Salvador ha habido consecuencias entre 2020 y 2021
(ver Figura 2), pero más que proyecciones o análisis
sustanciales podemos observar el impacto a nivel
general y, evidentemente, en diferentes sectores de
la población, la mayor parte de nuestra economía es
informal y el con namiento implicó muchas pérdidas
en diferentes sectores. Simplemente, era una decisión
entre salir para trabajar o esperar para comer, para
muchos es una dicotomía muy exagerada, no obstante,
para nuestra región y, obviamente, en El Salvador, es
una realidad diaria.
Figura 2.
Muertes por COVID-19 y tasas de crecimiento en 2020 en diferentes países
Fuente: FMI (2020d, 2021a) y Center for Systems Science and Engineering (CSSE) en John Hopkins Universty
Ahora surge la pregunta: ¿cómo esta crisis pudo
afectar a ciertos sectores y a otro no en El Salvador?,
en este sentido, la pandemia ha venido a empujar
la innovación, a reinventar o acelerar acciones que
surgieron de emergencia y en las que la necesidad
de cambio fue latente para personas, empresas y
comercios «una nueva normalidad» ha implicado
cierre de negocios y, por ende, pérdidas de empleo.
La digitalización e innovación en nuestros sectores
ha sido fundamental ¿Por qué se menciona esto?;
porque al tener un país con mayor sector de servicios,
muchos tuvieron que agilizar y poner en práctica
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comercio electrónico, innovaciones en la atención
que, hasta antes de la pandemia, estaban siendo
implementadas por ciertos rubros.
Por lo cual se debe tener claro que la innovación no
siempre está acompañada de tecnologías, sino que
pueden generarse nuevos procesos, procedimientos o
actividades, desarrollo de personal o nuevos puestos
de trabajo, que puede lograr mejor efecto en el
resultado. Además, de ser necesaria para mantener la
comunicación. Hay que considerar que, en la mayoría
de ocasiones, solo logramos ver las consecuencias
negativas de los problemas. Ante esta situación de
carácter global también surgen oportunidades y
nuevas tendencias. Es claro que nuestro país no está
aún en un proceso de revolución industrial 4.0; pero
la misma condición y situación, tendrá que generar
que en nuestro país la necesidad de moverse hacia
ese camino, hacia ese horizonte o nos quedaremos
estancados como ha sucedido en diferentes etapas
de desarrollo mundial, es importante aclarar que las
condiciones de adaptabilidad para El Salvador aún no
son viables.
A su vez si la innovación se dirige hacia infraestructura,
digitalización, inteligencia de negocios, y demás
tendencias actuales aplicadas al comercio, mediante
inversión extranjera o pública, esto podrá derivar en
mejores resultados en la generación de empleos.
Todo lo anterior, requiere de un clima social, político
y económico estable, de los cuales, por el momento,
nuestro país carece.
A pesar de los obstáculos de la «nueva realidad» que
ha llevado al límite la capacidad e ingenio de muchos
salvadoreños, las empresas de todos tamaños se
han mantenido, porque mientras exista un mercado
local siempre existirá un comercio que se adapte a las
necesidades. Es más, la utopía de la situación actual,
es que pueda desarrollarse sin tanto obstáculo.
En consecuencia, la pandemia generó una necesidad
latente y urgente de innovación, además de
adaptaciones tecnológicas; por lo que el desarrollo y
la generación de empleos, deben de estar enfocados
en este auge creciente de utilización de sistemas
tecnológicos para que el comercio se adapte mejor
en esta nueva era de información. Por su parte, el
comercio siempre seguirá existiendo, aunque si
aprovechamos los sectores que han sobrevivido a
esta debacle económica, mediante su habilidad de
reinventarse, y como país se crean políticas de fomento
y apoyo, podría ser una oportunidad para establecer
el dinamismo comercial y no solo dependencia de
remesas (ver Figura 3).
Figura 3.
Créditos al sector privado no financiero
Fuente: Cálculos del BID basados en datos de bancos centrales
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Nota: El gráco recoge un índice del stock de crédito
en moneda local nominal dividido por el índice de
precios al consumidor y con base de diciembre de
2019 igual a 100 para países seleccionados. Los
datos de diciembre de 2020, con la excepción de
argentina, Honduras y Paraguay, donde corresponden
a noviembre de 2020
Por tanto, la pandemia y la innovación pusieron al
descubierto aspectos como:
• El sistema nanciero y económico no debe
establecerse en un sector primario sino debe
estar repartido en varios sectores y, a la vez, ser
sostenible en la generación de riquezas como
país.
• La innovación deberá plantearse como un objetivo
sostenible o una estrategia a corto plazo que
permita dinamismo e integración constante hacia
otras empresas, principalmente, locales.
• La tecnología desempeñará siempre una acción
importante y, quizás en muchas ocasiones, vital
para el sostenimiento comercial y productivo
dependiendo del rubro.
• El desarrollo de planes de contingencia o
análisis de riesgos deberá de ser prioritario para
cualquier escenario en la actualidad ya que como
humanidad y daño ambiental visible estamos
expuestos ante cualquier impacto que quizás
no hemos vivido aún. Por último, y, no menos
importante, la innovación ya no es opción es una
necesidad.
Es evidente que el cambio de «normalidad» generará
más elementos aún no previstos como: posible
escasez en suministros y una fuerte demanda
de insumos en todos los sectores, debido a las
contracciones económicas en cada país y sus
condicionantes. Por ello se debe recordar y considerar
que la crisis económica y ambiental post pandemia,
también, generara efectos adversos, oportunidades
y otras dinámicas por descubrir. En conclusión, la
región y, en especial, El Salvador, debe de sentar bases
para acoplarse a la nueva realidad mundial y los
diferentes modelos económicos que surjan, no es de
desconocimiento que la cadena actual de suministros
en el mundo globalizado genera situaciones de
desabastecimiento a nivel mundial.
De tal manera que trabajar en el desarrollo a largo
plazo involucra diferentes sectores productivos,
esta realidad podrá sacar al país del estancamiento
no solo de innovación sino en otros aspectos. Si
pensamos que la dependencia de otras economías
u otros sectores no es importante caeremos en un
grave error, porque aislarnos en esta situación y con
este entorno solo provocaría un impacto negativo en
el crecimiento, la innovación es un papel fundamental
y la pandemia es una realidad latente de una «nueva
normalidad», considerando la premisa anterior, en
políticas para desarrollo de estrategias, podremos
obtener los resultados positivos, de lo contrario
estaremos destinados siempre al rezago en todos
los aspectos, terminando en pobreza, inmigración y
violencia.
Referencias bibliográcas
Informe macroeconómico de América Latina y el Caribe 2021 (BID). Oportunidades para un mayor crecimiento
sostenible tras la pandemia.
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