Carlos Javier Asselborn 30
Revista Realidad 158, 2021
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ISSN 1991-3516 – e-ISSN 2520-0526
que hacía. ¡Pero si tú jamás has sabido
jugar al fútbol! ¡Pero sólo veías lo que yo
hacía mal. Yo jamás hacía nada bien para
ti, y después del partido te acercaste a
decirme: “Gerry, cometiste una falta estú-
pida”. Yo no te dije nada, ¿lo recuerdas?
Me alejé y me fui a los vestuarios, pero
me seguiste y volviste a decirme: “Gerry,
cometiste una falta”. Los otros padres que
estaban allí se reían de ti. Te llamaban el
pobre Giuseppe. Yo salí corriendo y me
escondí. Escribí tu nombre en el suelo,
tu estúpido nombre de Giuseppe. ¡Lo
escribí en la tierra y me meé sobre él!
¡Me meé sobre él! Qué importancia tuvo
la falta, si ganamos. Por una vez en nuestra
vida ganamos. Me amargaste la medalla
que me dieron. La empeñé enseguida. Se
rieron de mí, ni siquiera me dieron 50
peniques”…
Gerry: ¡Estoy así desde los siete años!
Recuerdo que mamá me decía: “No
disgustes a Giuseppe, no se encuentra
bien”. “No está bien, está bien”. “Así que
camina de puntillas”…“Será mejor que
camines de puntillas por la casa. No está
bien, Nada bien”. Cuando hice la primera
comunión creí que te estaba comiendo
vivo. ¿Acaso tenía la culpa de que estu-
vieras mal? ¿Por qué has tenido que
estar enfermo toda tu vida, Giuseppe?
¿Por qué has tenido que estar enfermo?
Cuando ese policía loco amenazó con
dispararte te aseguro que me alegré, lo
juro por Dios. Me alegré, estaba encan-
tado. ¿Y sabes por qué? Por qué pensé
que por n se había acabado. ¡Se había
acabado! ¿Me entiendes? Entonces supe
que era malo. Lo supe, papá, ¿entiendes?
Y me puse a llorar. A partir de entonces
empecé a contar mentiras, las mismas
que he estado contando toda mi puñe-
tera vida. (Sánchez, P. , 2005, pp. 2-3). Las
cursivas son nuestras.
16. “Las condiciones de posibilidad
del psicoanálisis se hacen visibles,
podríamos imaginar, únicamente cuando
empezamos a apreciar la extensión de
la fragmentación psíquica desde los
comienzos del capitalismo, con su cuan-
ticación y racionalización sistemáticas
de la experiencia, su reorganización
instrumental del sujeto tanto como del
mundo exterior. Que la estructura de la
psique es histórica, y tiene una historia,
es sin embargo algo que nos resulta tan
difícil de captar como la idea de que los
sentidos no son a su vez órganos natu-
rales sino más bien resultados de un
largo proceso de diferenciación dentro
de la historia”. (Jameson, 1989, p. 51). En
relación con ello, estamos relativamente
cerca de las posiciones de Rolnik cuando
arma la necesidad de “asumir la prác-
tica psicoanalítica como un dispositivo
esencial de la insurrección micropolítica”
(2019, p. 97).
17. Las cursivas son nuestras.
18. Hinkelammert, al analizar el caso de San
Agustín, hablará del cristianismo impe-
rializado. Agustín revoluciona al cristia-
nismo al transformar el cuerpo concreto
en cuerpo abstracto (2018, pp. 78-79).
19. Ver Bogado, 14 de mayo de 2018.
20. Podríamos preguntarnos, desde la pers-
pectiva que aquí asumimos, si existe
alguna otra violencia que no tenga
rasgos sexuales.
21. Interesante es lo que arma Alemán
respecto a la necesidad de problematizar
el origen y despliegue del patriarcado:
Lo que sucede, a mi modo de ver, es
que el patriarcado conlleva la declina-
ción denitiva de la función paterna, y
entonces la violencia contra las mujeres,
como dije anteriormente, y desde un
ángulo lacananiano, está más relacio-
nada con la impotencia, que siempre se
resuelve con un acto de fuerza. Siendo
el propio capitalismo el que se llevó
por delante el nombre del Padre. De
ahí que la violencia patriarcal pueda
estar relacionada más con un fantasma
(como el descrito por Freud con respecto
al padre de la horda primitiva, que era
capaz de acceder por fuera de la castra-
ción al goce) que con los hechos que se
producen actualmente. Y en ese sentido,
entiendo que el padre también es una