Ricardo Roque Baldovinos244
Revista Realidad 156, 2020
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ISSN 1991-3516 – e-ISSN 2520-0526
y transformar el sistema capitalista
desde sus entrañas.
Por otra parte, el segundo
volumen de la serie dilucidaba la
lógica del capitalismo, la cual no
radica sólo en la construcción de
un nuevo sistema económico, sino
de una nueva forma de subjetividad,
la que obliga al sujeto a seguir
el mandato del “emprende” y que,
llevado hasta sus últimas conse-
cuencias, ha terminado por pervertir
la civilización moderna en lo que el
autor designa como el capitalismo
hacendal chapuza y militarizado. Aún
así, continuaba sosteniendo el autor,
este mandato puede subvertirse, y
redirigir su energía en la construc-
ción de un tejido socio histórico
revolucionario.
El tercer tomo es el más proposi-
tivo de la serie, de allí la palabra
“manual” del subtítulo. Esta obra
explora con más detenimiento las
posibilidades de revolucionar el
capitalismo. Para entender mejor
el alcance de esta importante obra,
es clave comprender que, al ser
un nuevo modo de subjetividad la
creación principal del capitalismo
no podemos colocarnos de manera
cómoda desde un afuera, llámese
este socialismo, anticolonialismo,
feminismo, ecologismo, etc… El libro
sigue así una tradición de crítica
ideológica para la cual la ideología
no es una falsa conciencia, que se
impugna desde una verdad racio-
nalmente establecida, sino la subje-
tivación misma, cuya superación
requiere de caminos más arduos. La
emancipación no es entonces posible
desde un sujeto iluminado por la
ciencia o investido del designio de
la historia, sino sólo desde el minu-
cioso hilvanar de un nuevo tejido
socio histórico que integre lo mejor
de luchas sociales, memorias e
invención de nuevas formas de vida.
Como se dijo, este libro desarrolla
su argumento en un cercano diálogo
con obras de arte contemporáneo
y productos culturales de consumo
popular, como los cómics y los lmes
de aventuras. Ello se puede detectar
en los nombres de algunos capítulos
como el primero, “¡Desactivando a
Hulk!”. Para el autor, la saga de los
superhéroes de Marvel escenica
con diafanidad al sujeto capitalista.
Por otra parte, al nal de ese mismo
capítulo, contrapone a esta lógica
egocéntrica, homogenizadora y
violenta tres modos de hacer que
le resisten y que resultan vitales
en la búsqueda de una salida: los
tejedores, es decir los políticos en
su sentido más etimológico, griego,
quienes conjugan las voluntades y
deseos de la polis; los historiadores,
que tejen una memoria que nos
enfrenta a cómo llegamos al mundo
actual y que insiste, por tanto, en que
nada está dado de manera denitiva;
y, nalmente, los visionarios, quienes
atisban mundos alternativos en
nuevas conguraciones sensibles. Es
en este tercer grupo donde entran,
los artistas a quienes dedica buena