17
Volumen 76 Número 764 Año 2021
eca
Estudios Centroamericanos
La respectividad de realidades en Ignacio Ellacuría: reexiones sobre la pandemia por coronavirus
La respectividad de
realidades en Ignacio
Ellacuría: reflexiones
sobre la pandemia por
coronavirus
María Elizabeth de los Ríos Uriarte
1
Palabras clave:
respectividad, dinamismo, realidad,
pandemia, liberación.
1 Profesora-investigadora de la Facultad de Bioética de la Universidad Anáhuac, México.
Resumen
La ponencia retoma la noción de respec-
tividad propuesta por Ignacio Ellacuría para
reexionar sobre las posibilidades que la
pandemia por coronavirus ha traído consigo.
Así, se parte de la estraticación de la
realidad anteriormente postulada por Zubiri
y retomada por Ellacuría para hacer notar
el dinamismo intrínseco de la realidad mate-
rial que va desplegando nuevas formas de
realidad a través de la subtensión dinámica
y del desgajamiento de posibilidades, pero
siempre entendiendo que el ser humano
proviene de estos mismos movimientos y no
se constituye ajeno a ellos ni como un ente
fuera de la realidad intramundana.
De la misma manera, se cuestiona si la
nueva realidad en donde la tecnología se ha
incorporado al proceso de nuevas y supe-
riores formas de realidad es, en mismo y
de hecho, una nueva forma de estar en la
realidad. Cuestionando, entonces, el papel
que el ser humano ocupa en el mundo y
retomando su inserción en la materialidad de
la historia y en el dinamismo propia de esta,
se puede recuperar el sentido humanitario que
entraña esta crisis sanitaria.
Así pues, apelando a un hombre nuevo
y a una nueva tierra, estas líneas despiertan
el anhelo de una civilización de la pobreza
donde se practiquen hábitos y estilos más
amables con la Casa Común y el ser humano
retome su necesaria dimensión en la historia
y en la realidad en la que se inserta.
Volumen 76 Número 764 Año 2021
eca
Estudios Centroamericanos
18
La respectividad de realidades en Ignacio Ellacuría: reexiones sobre la pandemia por coronavirus
Con más de cincuenta y cinco millones
de personas contagiadas a nivel mundial,
2
la pandemia por COVID-19 muestra una
realidad evidente, que es la interconexión de
realidades. Ya lo armaba el papa Francisco
en la encíclica Laudato si: “todo está inter-
conectado”
3
. Y es que basta con ver cómo la
naturaleza interactúa, a veces abruptamente,
con los seres humanos, afectándoles sus
estilos de vida y cuestionándoles sus prácticas
habituales, como también al constatar que lo
que pasa en un extremo del planeta afecta
al otro, y que realidades que aparentemente
no tendrían por qué tener una conexión con
otras quedan profundamente afectadas en sus
esferas más íntimas, para armar tajantemente
como evidencia suciente que la naturaleza
y el ser humano, que la biología y que la
biografía, son dos caras de la misma moneda.
Para ancar losócamente la idea ante-
rior, primero recurriré a la noción de realidad
propuesta por Ignacio Ellacuría en su obra
Filosofía de la realidad histórica, en donde
explica esta como una unidad intrínseca-
mente dinámica e interrelacionada entre sí
con todos sus elementos, concretamente en
la estraticación de la realidad y los procesos
de liberación de nuevas y distintas formas. A
la par, iré planteando algunas analogías con
la vida en pandemia para lanzar interrogantes
que generen una reexión sobre el rumbo de
esta nueva forma de realidad en el contexto
de, quizá, “una nueva historia”. Finalmente,
retomaré cuatro ideas centrales de este plan-
teamiento para provocar futuras reexiones
sobre la situación actual de crisis sanitaria a la
luz de la interconexión de realidades.
Lo primero que hay que retomar es la
estructura que propone Ellacuría en torno a
la realidad que, toma a su vez, de su prede-
cesor y maestro Xavier Zubiri, a saber, que
esta está estructurada en diversas formas que
van desplegándose de otras y descansando
2 Información actualizada al 17 de noviembre del 2020. https://coronavirus.jhu.edu/map.html
3 Papa Francisco (2015). Laudato si, núm. 42. http://www.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/docu-
ments/ papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html. Consultada el 11 de noviembre del 2020.
4 Ellacuría, I. (1990). Filosofía de la realidad histórica. UCA Editores, p. 112.
5 Ibid., p. 31.
en ellas para dar lugar a otras nuevas y supe-
riores. Para Zubiri, la realidad está confor-
mada, en primer lugar, por las realidades
materiales; en segundo lugar y en orden
ascendente, por las realidades materiales
vivientes; en tercer lugar, por las realidades
materiales, vivientes y sensibles y, en cuarto
lugar, por las realidades materiales, vivientes,
sensibles y que, además, despliegan inteli-
gencia y, por último, cuando estas realidades
son capaces de intervenir en el tiempo y en
el espacio para dar una respuesta frente a
su entorno, crean historia, entendiendo esta
como la forma de realidad superior que
descansa, a su vez, en todas las anteriores, de
tal suerte que esta tiene componentes mate-
riales, vivientes, sensibles e inteligentes.
Ahora bien, lo interesante de este plan-
teamiento es, por un lado, la necesaria inter-
dependencia de formas de realidad inferiores
para el despliegue de formas de realidad
superiores, es decir, la conexión que existe
entre unas y otras que permite un proceso que
Ellacuría denomina de “desgajamiento”
4
, en
donde una realidad no puede dar ya más de
sí sino dejando que en ella intervengan otras
formas y, con ello, se van liberando capaci-
dades nuevas a partir de formas inferiores que
posibilitan, a la par, otro proceso de “subten-
sión dinámica” en que las formas anteriores
sostienen y posibilitan el surgimiento de
formas superiores. Así, resulta entonces que
la realidad histórica tiene, dentro de sí, un
dinamismo que la mueve y orienta en donde
las formas superiores de realidad albergan las
formas inferiores, constituyendo una unidad
real de todo cuanto existe. Ellacuría lo expresa
de la siguiente manera: “Toda la realidad
intramundana constituye una sola unidad
física compleja y diferenciada, de modo que
ni la unidad anula las diferencias ni las dife-
rencias anulan la unidad”
5
.
19
Volumen 76 Número 764 Año 2021
eca
Estudios Centroamericanos
La respectividad de realidades en Ignacio Ellacuría: reexiones sobre la pandemia por coronavirus
Por otro lado, este planteamiento de la
estraticación de la realidad arma, también,
que la realidad siempre da de sí, es decir, que
siempre es una realidad abierta y, por ende,
queda afectada por el entorno que la rodea y
esta afectación es precisamente la que permite
formas que mejor se adapten y promuevan
tanto la sobrevivencia de la unidad como la
aparición de la novedad como posibilidad
dentro de su mismo dinamismo.
En el contexto de esta pandemia, aun con
reservas, el proceso de desgajamiento se dio
cuando, por un lado, nos vimos forzados a
cancelar espacios públicos de convivencia y
a circunscribirnos a las paredes de nuestros
hogares teniendo que desplegar nuevas y
creativas formas de continuar con nuestras
actividades de docencia, investigación,
trabajos, etc. La aparición de la capacidad
de integrar la tecnología a nuestro diario
quehacer constituyó una nueva forma de
estar en la realidad dada por la imposibilidad
(el dar de ellacuriano) de la forma anterior
de los modos presenciales. A la vez, este
despliegue de una nueva forma de estar en la
realidad tiene, a la base, la anterior; prueba
de ello es la “proclamada ‘nueva norma-
lidad’ que sostiene lo presencial integrando
lo novedoso de la vida virtual”. ¿Es entonces
la vida virtual una nueva forma de realidad?
En el libro Sopa de Wuhan, Slavoj Zizek se
pregunta si solo en la realidad virtual esta-
remos seguros.
6
¿Cómo saber si, en efecto,
este dar de sí de la realidad encuentra su
orientación intrínseca hacia una realidad,
ahora, virtual?
Ahora bien, en el hilo de pensamiento del
lósofo vasco, cuando aparece el ser humano
en la ya mencionada estructura de la realidad,
es en donde la materia viviente y sentiente es
capaz de liberar la inteligencia como forma
superior partir de la cual es posible, a su
vez, liberar la generación de historia. Esta es,
por lo anterior, propia del ser humano que
se sabe una realidad dinámica que queda
afectada por su entorno y debe responder
6 ŽZizŽek,S.(2020).Coronavirusesungolpealcapitalismoalestilo“KillBill”ypodríaconduciralareinversión
del comunismo, en Agamben, G. et. al. Sopa de Wuhan.AislamientoSocialPreventivoyObligatorio.
a este mediante la acción de su inteligencia
sentiente, es decir, debe pasar de la estimu-
lidad a la aprehensión de la realidad. ¿Es
entonces la inteligencia robótica y la inteli-
gencia articial signos de expresión de una
nueva historia?, ¿trascienden acaso el reino de
la estimulidad y corresponden a una acción
transformadora?
Interesante es, pues, saber que el ser
humano se inserta dentro de una unidad
histórica donde existen, también, otras reali-
dades, es decir, que no está “fuera” ni “por
encima” de la realidad en que se inserta y que
su inteligencia no es un fenómeno aislado que
denote una superioridad exaltada, sino que
está “dentro” de esa unidad dinámica y es
resultado de otras formas de realidad que no
quedan abandonadas cuando en él surge la
inteligencia que le permite trascender el reino
de la mera estimulidad propia de las formas
de realidad anteriores al reino de la aprehen-
sión-afección-acción propia del ser humano.
Así, el ser humano es una realidad abierta
que no solo “está” en el mundo, sino que
“es” en este y, por ello, queda afectado, posi-
tivamente, respecto de las realidades que lo
rodean, pero su respuesta a dicha afectación,
que sería la historia, no puede sustraerse de
la unidad real donde se encuentra, sino que
tiene que partir de ella para volver nueva-
mente. Con ello, se evita el riesgo de hiposta-
siar su ser y su acción y situarlas fuera de la
unidad dinámica de la realidad.
Así, como en la época de la losofía griega
clásica y del período presocrático, el esquema
del pensamiento tenía al centro la physis y el
arjé hundía sus raíces en esta, paradójica-
mente y después de una absurda creencia de
dominio y de la naturaleza propia de la época
moderna y del pensamiento ilustrado, ahora,
la physis se ha venido a instalar nuevamente
en el centro del pensamiento contemporáneo.
La materia como primera y más primitiva
forma de realidad se encuentra presente,
nuevamente en la más elevada forma de la
Volumen 76 Número 764 Año 2021
eca
Estudios Centroamericanos
20
La respectividad de realidades en Ignacio Ellacuría: reexiones sobre la pandemia por coronavirus
historia creada por la inteligencia sentiente
del ser humano. La injerencia, pues, de la
necesaria presencia de formas inferiores en
las formas superiores queda evidenciada en
esta pandemia. Desde ahí es, entonces, que
el ser humano queda afectado frente a la
presencia de formas inferiores, las aprehende
y acciona frente a ellas, transformando sus
estilos de vida en nuevas formas de “hacerse
de la realidad”.
Así pues, Ellacuría insiste una y otra vez
en retomar la respectividad entre realidades
como punto de partida para entender el dina-
mismo propio de la unidad histórica: “Cada
cosa real es intrínsecamente respectiva a todas
las demás en su carácter mismo de realidad,
y esa respectividad intrínseca es constitutiva-
mente dinámica”
7
.
Un aspecto relevante de este pensamiento
es la concepción de la historia como forma
superior de realidad, pues esta consiste en
un entender profunda y seriamente lo que las
realidades anteriores han dado de sí y lo que
el ser humano está llamado a dar de sí, de tal
suerte que hacer historia es desentrañar no
solo las posibilidades que el entorno ofrece,
sino las máximas posibilidades,
8
esto es,
aquellas posibilidades inscritas en cada forma
de realidad, pero entendidas de manera inte-
grada entre todas, atendiendo a la condición
de respectividad en donde cada forma supe-
rior no abandona a las anteriores, sino que
las asume, descansa sobre ellas, las alberga y
las despliega en nuevas y mejores realidades.
Ante esta pandemia, la pregunta ota
en el aire: ¿nuestros modos de reacción,
connamiento, clausura de las estructuras
económicas, colapso de sistemas sanita-
rios, etc., fueron las máximas posibilidades
que la realidad del coronavirus nos otorga?
¿Cuáles otras posibilidades habríamos podido
adoptar?
7 Ibid., p. 34.
8 Ibid., p. 43.
9 Berardi, F. (2020). Crónica de la psicodeflación, en Agamben, G., op. cit., p. 37.
Así pues, son cuatro las ideas fundamen-
tales que se considera pertinente retomar para
entender y abordar la crisis sanitaria actual:
1. Lo “real” debe entenderse como una
unidad que alberga muchas y muy variadas
formas de “ser”, pero, todas ellas, en una
intrínseca conexión proveniente de la estrati-
cación de la realidad que supone la aparición
tanto de la pluralidad dentro de un mismo
estrato como de la novedad en un estrato
diferente. A su vez, esta aparición permite
entender que hay una necesidad proveniente
de un dinamismo propio de la realidad que
la lleva a superar formas anteriores mediante
la liberación de nuevas capacidades; es decir,
cada realidad es exigitiva de sí misma, esto es,
se exige un máximo dar de sí y en ese dar de
aparecen formas superiores.
Esto es pertinente para el momento actual
en tanto que permite reexionar y retomar
el lugar que ocupa el ser humano en el
mundo que, durante años, se entendió o
bien como superior al resto de las creaturas o
como dueño de las mismas, sometiéndolas y
dominándolas originando con ello múltiples
abusos a la “casa común”. Quizá, por esto, la
pandemia representa lo que Franco Berardi
arma: “la enfermedad es la autodefensa de
la tierra”
9
.
El ser humano es, pues, una realidad entre
realidades, ni superior al resto ni inferior, sino
parte de una unidad mayor que él y que
todo cuanto existe que imprime su sello en
todas y, por ende, su inteligencia es, mera-
mente, materia viviente, sentiente, dinámica
e intrínsecamente conectada con las demás
realidades.
Ahora bien, si esta pandemia despertó la
esperanza, lo hizo también con el horizonte
de la utopía; por ende, la constatación de
la necesidad de otros en la propia vida, del
cuidado de uno y del cuidado de otros como
formas de protección, el dolor por las muertes
de tantos seres humanos, la indiferencia
21
Volumen 76 Número 764 Año 2021
eca
Estudios Centroamericanos
La respectividad de realidades en Ignacio Ellacuría: reexiones sobre la pandemia por coronavirus
ardiente de algunas autoridades pueden y
deben alentar a la formación del hombre
nuevo, denido por la “protesta activa y lucha
permanente, que busca superar la injusticia
estructural dominante […] Típico es, de este
hombre nuevo, movido por el Espíritu, que
su motor no es el odio sino la misericordia
y el amor”
10
. Un hombre nuevo, pues, es
la primera idea a rescatar en medio de esta
pandemia como semilla de esperanza para
afrontarla.
2. Todas las formas de realidad que
componen la unidad real histórica están
intrínsecamente conectadas en tanto que se
suponen unas a otras; es decir, las formas
superiores asumen a las anteriores, no las
abandonan, pues son estas las que hacen
posible su surgimiento. Así, la historia como
máxima forma descansa sobre la inteligencia,
la sensibilidad y la materialidad, y queda
afectada por estas. Con ello, la respuesta
al entorno, propia del ser humano, es una
respuesta igualmente real y no imaginativa
ni inventada, sino que está enraizada en las
posibilidades —y de estas, las máximas— que
cada realidad puede dar de sí.
Esto invita a ir a la realidad sobre la
cual descansamos para encontrar en ella los
mecanismos de desgajamiento necesarios
para liberar nuevas capacidades. Para el ser
humano en su quehacer histórico, esto implica
ir a las causas profundas de los problemas y
no solo a las causas superciales, por ejemplo,
en esta pandemia, ir a las causas del origen
del SARS CoV-2 sería atender las causas
superciales, pero a lo que Ellacuría nos invita
es a ir a las causas más profundas que pueden
responder a acciones humanas o a conictos
históricos que originaron, a su vez, determi-
nadas acciones que liberaron el surgimiento
del virus.
Entre teorías de la conspiración y teorías
evolucionistas y utilitaristas, el surgimiento
10Ellacuría,I.(1993).Utopíayprofetismo,enI.EllacuríayJ.Sobrino(Eds.).Misterium liberationis (t. I, 3.ª ed).
UCA Editores, p. 422.
11 Ellacuría, I. (1993). Utopía y profetismo, op. cit., p. 427.
del virus sostiene la hipótesis, ya no tan
arriesgada, de armar que el SARS COV-2
fue creado. Esto es interesante en tanto que
retoma la posibilidad, también presente en
Ellacuría, de que la historia no siempre es
sinónimo de evolución, sino también de
involución. Si una inteligencia sentiente
fue capaz de crear una forma de realidad
estructuralmente inferior para afectar formas
superiores, entonces la historia generada es
una de involución que no acoge las máximas
posibilidades de la realidad, sino que se cons-
tituye a sí misma como una realidad fuera de
lo real en cuanto a sus posibilidades intrín-
secas dadas por su dinamismo interno, pero
intrínsecamente real, dada su afectación en
otras formas de realidad.
Así, una segunda propuesta que aparece
es la tierra nueva que propone Ellacuría
encuadrada dentro de un nuevo orden
mundial, marcado por la civilización del
trabajo por encima de la civilización de la
riqueza que satisfaga, en primer lugar, todas
las necesidades vitales de una persona.
En este sentido, la pandemia ha sido una
“sacudida” que nos ha cuestionado nuestros
sistemas capitalistas y, sobre todo, la fortaleza
y la solidez de los sistemas sanitarios, desen-
mascarando que la salud no es para todos
como debiera. La oportunidad se ha abierto
para alcanzar derechos para todos y satisfac-
ción de necesidades para todos por igual, de
tal manera que estas no sean “migajas caídas
de la mesa de los ricos, sino como parte prin-
cipal de la mesa de la humanidad”
11
.
3. La realidad, además de ser una unidad,
es intrínsecamente dinámica. Esto signica
que en ella se van desplegando —y libe-
rando— capacidades diferentes que posibilitan
el surgimiento de otras realidades, por un
lado, y una mejor respuesta a las afectaciones
del entorno y de la respectividad entre reali-
dades. Con ello, se explica la muy variada
y veloz mutación del virus que va “acomo-
Volumen 76 Número 764 Año 2021
eca
Estudios Centroamericanos
22
La respectividad de realidades en Ignacio Ellacuría: reexiones sobre la pandemia por coronavirus
dándose” de modos distintos con el paso
del tiempo, bien sea aumentando o disminu-
yendo su potencia para generar daño en los
organismos en los que se alberga y replica;
no obstante, esta característica también pone
de relieve la necesaria novedad que debe
surgir en la respuesta del ser humano frente
a la afectación del virus, la capacidad de
modicar sus conductas, hábitos y estilos de
vida, etc. que lo dotan de una increíble visión
para encontrar nuevas formas de responder a
realidades complejas y desaantes.
La crisis económica generada por la para-
lización de la economía ha sobrevenido en
rupturas sociales importantes y en profundas
injusticias; por ello, conviene dilucidar las
posibilidades que se esconden tras estos quie-
bres y que reejan multiplicidad de resistencias
y modelos diferentes de una praxis que pugna
por terminar de romper los antiguos esquemas
y modelos económicos, políticos, geográcos y
socioculturales para “hacer” una nueva praxis
centrada en la materialidad de la historia y sus
máximas posibilidades.
Al respecto, Ellacuría vislumbró la posi-
bilidad de una civilización de la pobreza en
contraposición con la civilización de la riqueza
y enfatizaba en que la primera fuera:
“fundada en un humanismo materialista, trans-
formado por la luz y la inspiración cristiana,
que rechaza la acumulación del capital como
motor de la historia y la posesión-disfrute de
la riqueza como principio de humanización y
hace de la satisfacción universal de las necesi-
dades básicas el principio del desarrollo y del
acrecentamiento de la solidaridad compartida
el fundamento de la humanización”
12
.
Puede, entonces, ser esta pandemia el
tiempo perfecto para un replanteamiento de
12 Ellacuría, I. (1993). Utopía y profetismo, op. cit., p. 426.
13 EnriqueSánchezAriasloexpresadelasiguientemanera:“entramosdellenoenelmeollodelapolíticacomo
tarea de organizar, de tal modo la sociedad que, teniendo en cuenta los intereses, posibilidades y necesida-
des de todos los ciudadanos, opta por aquellas alternativas que otorgan más plenitud al conjunto de la co-
munidadhumana”.Cfr.SánchezArias,E.(1999).Laéticaenlapolítica:¿utopía?,enJ.SobrinoyR.Alvarado.
Ignacio Ellacuría: aquella libertad esclarecida.SalTerrae,p.216.
los presupuestos que privilegian el tener por
encima del ser y de revisar modos y estilos
de vida que conducen a unos a la sobrea-
bundancia y a otros a la carencia. Con esto,
permitir el paso a un nuevo orden social y
político donde la participación comunitaria
sea considerada como pilar fundamental de
la vida pública.
13
En muchos contextos y en muchos países,
las decisiones gubernamentales no fueron
acertadas, pues dejaron a la deriva a la
población y sin recursos para su atención;
el virus no conoció ni fronteras ni sistemas
políticos, desconoció por igual el capitalismo
que el comunismo, pero atacó, en ambos,
a las partes más vulnerables; por ende, se
requieren nuevos esfuerzos que consideren
la vida del pueblo en manos del mismo
pueblo que sabe y conoce sus necesidades y
no en manos de unos cuantos alejados de la
realidad doliente de muchos.
4. Por último, la nota que arma que la
realidad y cada forma de realidad en ella da
de sí cuando el entorno trasciende su modo
concreto de estar en la realidad nos permite
responder creativamente al reto sanitario de
salvaguardar la vida en su estrecha relación
con el medio ambiente que la sostiene. Ese
virus nos obliga a dar de sí más de lo que
pensábamos que podíamos dar: trastoca
nuestras seguridades intelectuales, invierte
nuestros hábitos higiénicos y sanitarios, cues-
tiona nuestras conductas omnipotentes, etc.
y, por ende, el entorno nos obliga a reconsi-
derar y revirar ahí donde creíamos habernos
encumbrado. La respuesta tiene que ser,
necesariamente, un “dar de sí” creativo, un
desplegar nuevas capacidades y un desen-
trañar máximas posibilidades. De aquí que
la vida después de la pandemia no puede
ser la misma, así como tampoco el hablar de
una “nueva normalidad”. Nada puede ser
23
Volumen 76 Número 764 Año 2021
eca
Estudios Centroamericanos
La respectividad de realidades en Ignacio Ellacuría: reexiones sobre la pandemia por coronavirus
igual cuando quedamos obligados a tras-
pasar nuestra zona de seguridad y encontrar
caminos alternos que permitan una nueva
visión más integral, más horizontal con
quienes nos rodean y con la “casa común”
que habitamos.
A lo que esta crisis nos convoca,
entonces, es a una revolución, pero a una
“que pretenda la libertad desde y para la
justicia y la justicia desde y para la libertad,
la libertad desde la liberación y no mera-
mente desde la liberalización, sea esta
económica o política, para superar así el
‘mal común’ dominante y construir un ‘bien
común’ entendido este en contraposición de
aquel y procurado desde una opción prefe-
rencial por las mayorías populares”
14
.
En conclusión, retomar, junto con
Ellacuría, la utopía como horizonte
15
y la
profecía como método es abordar esta crisis
en sus posibilidades sin asumir su nece-
saria mejoría, sino estirándola lo suciente,
como para dejar aparecer lo no dicho, lo no
pensado, lo no hecho aún. En esto consiste
recuperar la historia como proceso de libera-
ción y en clave de justicia.
14 Ellacuría, I. (1993). Utopía y profetismo, op. cit., p. 435.
15 Entendiendo como tal no tanto el punto de llegada, sino el punto de partida, del análisis y la inserción en la
realidadqueposibilitansucomprehensiónylaacciónella.Alrespecto,ver:Senent,J.A.(1998).Ellacuría y
los derechos humanos. Desclée de Brouwer, pp. 117-144.
Por todo lo anterior, podemos armar
que “algo nuevo se asoma ya”, la novedad
irrumpió en la vida de todos y la respuesta
frente a ella o es igualmente nueva o, en vez
de evolucionar biológica y biográcamente,
involucionaremos hasta nuestra propia
autodestrucción.
Referencias bibliográficas
Agamben, G. et al. (2020). Sopa de
Wuhan. Aislamiento Social Preventivo y
Obligatorio.
Ellacuría, I. (1990). Filosofía de la realidad
histórica. UCA Editores.
Ellacuría, I. y Sobrino, J. (1993).
Misterium liberationis (t. I, 3.ª ed.). UCA
Editores.
Papa Francisco (2015). Laudato si. http://
www.vatican.va/content/francesco/es/encycli-
cals/documents/papa-francesco_20150524_
enciclica-laudato-si.html
Senent, J. A. (1998). Ellacuría y los dere-
chos humanos. Desclée de Brouwer.
Sobrino, J. y Alvarado, R. (1999). Ignacio
Ellacuría: aquella libertad esclarecida. Sal
Terrae.